La incógnita
Otra vez somos dos,
Blanco.Entregado a la suerte de ultratumba,
ensimismado miraba como desaparecíamos.
Porque yo estaba envuelto en desaires,
atrapado en una madeja de hilos sinuosos
que no me permitía aferrarte.
¿Quién?
Negro,
los perros como tú,
deberían cavar agujeros,
tan profundos,
rompiendo rocas subterráneas,
y las raíces de esta pena.
Blanco,
no me muerdas esta vez,
o si es un imperativo,
muerde mi desgarro,
porque en esta noche saldremos.

1 comentario
asi que poeta y hombre?, que cosas no?, ahora seremos vecinos de blog. Saludos.
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